Queridos amigos, llevamos dos semanas que la vida está haciendo lo que quiera con nosotros. Suele hacerlo a menudo -creo que a diario-, pero ocasionalmente estas semanas están siendo un calvario para nosotros. Joder, es que cuando hablo de la vida me es imposible no nombrar al amor, tantas veces que lo olvidé que ahora se me hace casi imposible dejarle de pensar. Estos días han sido muy jodidos, explotaba medianamente por todo, me sentía inflada de esa energía mala que libera los humanos cuando le rompen el corazón. Y yo allí. Respirándolo todo. Y en lo único que me concentraba era en esa frase que dijísteis, amigos: «hoy el cielo os hacen más bonitas». Me pareció tan doloroso veros reprimir todo ese dolor en la vista y cambiarlo por un brillo que de verdad que os adoré por unos segundos. Y me llené de vuestra valentía. Pero luego vuelvo a casa, me ducho con agua caliente, termino escribiendo estas líneas y me vuelvo a recargar de algo que late por fuera en vez de por dentro.
Comentarios
Publicar un comentario