NADA.





He descubierto que tengo un gran afán de tener urgencias por conseguir lecturas que creo que serían muy maduras para mí. No sé, quizás busco cada día tener más conocimiento sobre aquellas cosas de las que sé poco o también tener esa sensibilidad que me devuelve algunos autores cuando paso las páginas de sus libros. Sin más cosas que hacer que buscar libros que la gente recomienda me tope con Almudena Grandes, y justo mis ojos se pararon en una cita de un libro que no me gustaría recordar ese título (considero que es demasiado llamativo para estar en una portada) que remarqué con mucha furia. La cita consistía en lo siguiente: 

Si dejas de llorar, te portas bien y me lo cuentas todo. Tendrás todo lo que quieras, para ti sola.

Quizás es porque yo nunca he tenido nada para mí sola, algo de lo que la gente se enorgullece por poseer. Para mí poseer es asegurar que algo es tuyo. Si lo vas a tener siempre acabarás aburriéndote de tener algo toda tu vida. Yo no quiero poseer, ni mucho menos que me aconsejen portarme bien para conseguir algo que está fuera de mis manos pero que otros desean que me esfuerce, que me gaste, que me anule por tener algo que nunca fue mío. Supongo que la gente se da la importancia que piensan que tienen, no que se merecen, y yo como nunca he tenido nada no estoy sujeta a las normas, tener nada no es más ausencia, es tener libertad -aunque a veces la libertad me asuste-.


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